Resulta curioso la relatividad del tiempo... Da la sensación que las agujas del reloj avancen a tempos distorsionados, una veces avanzan a ritmo frenético y otras se retuercen entre ellas mismas con el único fin de no avanzar.
Parece que el tiempo se detiene y el reloj de arena lucha eternamente en contra de la gravedad.
Uno, dos, tres y ya van cuatro... Cuatro largos e interminables meses sin ti.